Los videojuegos, las telenovelas mexicanas, la animación japonesa e incluso el arte de maestros mexicanos como Frida Kahlo y Diego Rivera entraron en la licuadora de inspiraciones para esta serie.
Por Berenice Bautista
CIUDAD DE MÉXICO, 23 de octubre (AP) — Maya and the Three (Maya y Los Tres) reúne a Zoe Saldaña con el director mexicano Jorge R. Gutiérrez tras haber trabajado juntos en The Book of Life (El libro de la vida) de 2014. De hecho, Gutiérrez logró que buena parte del elenco de su cinta animada se apuntara para esta serie sobre una princesa guerrera en un mundo fantástico mesoamericano.
“Creo que es brillante, realmente, y creo que es una bocanada de aire fresco. La estética y los visuales que tiene en la mente para su animación es fresca, matizada, auténtica, original y absolutamente necesaria en este momento. Me encanta el hecho que como narrador, como un narrador muy fuerte, siempre comparta su cultura”, dijo Saldaña en una entrevista reciente por videollamada desde Georgia, Estados Unidos, a propósito del estreno de la serie animada el viernes en Netflix.
Además de la actriz de origen dominicano, para quien escribió específicamente el papel de Maya, Gutiérrez retomó en su elenco a Kate del Castillo y Diego Luna, al tiempo que agregó al equipo a Rita Moreno, Queen Latifah, Wyclef Jean, Alfred Molina y la cantante Sandra Echeverría para la voz de Maya en español.
“Me encanta reescribir libretos a la hora de grabar, me encanta escuchar las ideas de los actores”, dijo el cineasta desde California. “Literalmente le escribí el papel a Zoé Saldaña, a Diego Luna, yo quería trabajar con Gael García Bernal y la idea de juntar a Diego y a Gael en una caricatura se me hizo realidad”.
En la serie, el propio Gutiérrez interpreta el papel del Rey Teca, el padre de Maya, y está acompañado por su esposa Sandra Equihua, quien hace la voz de la Reina Teca. Equihua a su vez fue una de las grandes inspiraciones de la serie.
“Conocí a Sandra cuando teníamos 17 años y ella era una adolescente guerrera, rebelde y princesa en mi cabeza”, dijo Gutiérrez.
Los videojuegos, las telenovelas mexicanas, la animación japonesa e incluso el arte de maestros mexicanos como Frida Kahlo y Diego Rivera entraron en la licuadora de inspiraciones para esta serie, así como la experiencia de Gutiérrez y Equihua como inmigrantes mexicanos en Estados Unidos.
“Eso es lo que le pasa a Maya. Maya sale de su tierra y se vuelve más fuerte al juntarse con gente de otras partes”, dijo el cineasta.
Recientemente el gobierno mexicano ha adoptado una estética prehispánica en eventos y logotipos y ha intentado resaltar más las raíces y culturas indígenas del país, pero la historia de Maya, que podría confundirse como parte de esta ola, estaba pensada desde que Gutiérrez comenzó a trabajar en The Book of Life.
Originalmente el director quería hacer una trilogía de películas, pero nadie en Hollywood estaba interesado en el proyecto. Hasta que Netflix le pidió una propuesta atrevida y el cineasta se sintió feliz de tener en sus manos el formato serie para “poder contar toda la historia”.
Maya crea un mundo totalmente fantástico en el que hay elementos identificables de culturas como la maya, la azteca, la afrocaribeña, la inca, la tolteca, la olmeca y la zapoteca, entre otras, pero sin ser rigurosamente exacto.
“Hay mucha historia aquí, pero queríamos que fuera accesible para todos, y queríamos ser muy respetuosos de la cultura, pero como The Book of Life era nuestra versión de fantasía del Día de Muertos, esta es nuestra versión de fantasía de esas culturas”, dijo Gutiérrez.
Equihua agregó: “Intentamos ser tan respetuosos como fuera posible con todas las culturas de las que tomamos elementos porque es una variedad tan rica de objetos que podíamos usar y que usamos, no sabíamos dónde parar”.
Maya, una chica de 15 años “bravísima, grande” y “guerrera”, a decir de Saldaña, es buscada por Mictlán, el dios de la guerra y el inframundo (interpretado por Molina), quien desea sacrificarla. Sus padres se resisten a que sea llevada y al luchar contra Mictlán sus otros hijos, los trillizos Jaguares, interpretados por García Bernal, terminan en el inframundo.
Así es como Maya descubre que está destinada a cumplir una profecía, pero para lograrlo necesita encontrar a otros guerreros como ella y esto la lleva con Chimi (Stephanie Beatriz), una guerrera de la jungla con la capacidad de hablar con los animales; Picchu (Gabriel Iglesias), un guerrero inca súper fuerte, y Rico (Allen Maldonado), un poderoso brujo afro que es discriminado dentro de su propia comunidad.
“Es una narrativa que no es sólo para Rico, sino para muchos afrolatinos. Pueden sentir que su representación no ha estado en el frente, así que me alegra estar en la posición de representar y también mostrar la magia que tienen los afrolatinos”, dijo Allen desde California.
En la versión en inglés hay mucho español repartido en los diálogos de los personajes, desde un simple “gracias” y los encantamientos de Rico, que son letras de canciones en español, hasta un momento en el que Maya le dice a sus padres que no le digan “mija” en tono condescendiente.
“Es la historia de mi vida, así crecí, siendo descendiente de inmigrantes de primera generación, realmente no puedes existir si alguien te dice que es sólo un idioma”, dijo Saldaña. “Me alegó mucho que pudiéramos hacer eso... Es muy moderno, creo que es el futuro, es hacia donde nos dirigimos ahora que todos estamos viajando al norte y al sur de cualquier frontera. Nos estamos expandiendo y nuestros lenguajes están evolucionando en ese sentido”.
Tras películas como Avatar, varios títulos de la serie Star Treck y ahora Maya queda claro que Saldaña es una actriz con una afinidad especial por la fantasía y los cineastas que imaginan lo inimaginable.
“Siento que cuando estamos en ciertos escenarios hay lugares que han existido por mucho, mucho tiempo y eso puede ser rígido, no hay suficiente espacio para la elasticidad, para crecer, para ser matizado”, expresó la actriz. “Creo que tienes que nacer para eso. Realmente me gusta y desde que era una chica pequeña nunca quería ser una princesa, siempre quise ser Ellen Ripley (de Alien) o Sarah Connor (de Terminator)... Esos eran los íconos femeninos que admiraba”.